El cultivo de este fruto rojo se ha incrementado en la última década y ya hay alrededor de 200 hectáreas de este cultivo en Asturias

Toda historia tiene un comienzo y esta arranca en Fuentes (Villaviciosa) cuando allá por 1989 unos “locos” (así los definían por entonces) decidieron dedicar una hectárea al cultivo del arándano con la idea de hacer un estudio sobre este fruto. Manuel Coque, exdirector del Serida, y Juan Carlos García, técnico del Serida, fueron los culpables de aquello, lo que hoy se llama Arándanos el Cierrón.

Han pasado más de 30 años en los que todo ha cambiado. Tanto como para llegar a considerar Asturias como un referente en el cultivo y en la producción de este producto, que se exporta por medio mundo. La revolución del arándano en Asturias la explica Adrián García Villar, ingeniero agrónomo y uno de los responsables de esta empresa, remontándose en el tiempo. “La primera cosecha fue de 500 kilos, en 1991, y recuerdo que la tuvimos que congelar para que no se perdiera, porque íbamos al mercado y no se vendía”.

En aquellos años, el cultivo del arándano era muy diferente al actual, con un nivel de tecnificación muy inferior. Esa pequeña primera cosecha, muy por debajo de lo que se obtiene en la actualidad, supuso un antes y un después en el cultivo de este pequeño y, en la actualidad, preciado fruto rojo. Y también afianzó la convicción y la apuesta de aquellos locos por el arándano. Con gran dificultad se creó un nuevo canal de distribución y comercialización, inexistente hasta la fecha y que hoy goza de una gran importancia. Esa puerta de entrada al mercado contribuyó a que en estos años a que el arándano pasase de ser una fruta prácticamente desconocida para todo el mundo a convertirse en un producto de gran repercusión y consumo, “de la cual todo el mundo conoce sus muchísimas propiedades beneficiosas para la salud”, explica García Villar.

El consumo de este fruto sigue creciendo, y en los últimos años se ha incrementado de forma notable. En 2008, el consumo de arándanos en España era de un gramo por persona y año. Hoy alcanza los 200 por persona y año. Una cifra alejada, de todas formas, del kilo por persona y año que se consume en Estados Unidos.

Otro dato: en aquellos inicios, el 99% de la producción de la Comunidad se exportaba fuera del país. Hoy el 50% se queda en España.

De aquellos primeros 500 kilos, Arándanos el Cierrón ha pasado a una producción de 25.000. Se cosechan en las tres hectáreas que tienen cultivadas. “La idea es seguir creciendo, ya tenemos plantadas otras tres hectáreas y nuestro objetivo es doblar la producción a medio plazo”, indica García Villar, mientras observa los últimos frutos que a finales de mes tendrá que cosechar. Se trata de una variedad extratardía llamada Centra Blue. “El mayor trabajo se da en la recolección que es toda manual”, señala el ingeniero agrónomo, que añade que “se trata de un cultivo que necesita frío y cuya producción va desde finales de mayo hasta finales de octubre”.

Aumento del consumo durante la pandemia

Según un estudio de KPMG en el que participó Arándanos el Cierrón, el consumo de este fruto rojo se incrementó durante la pandemia un 40% y se estima que en siete años ese dato se triplique. Esta tendencia podría explicar el continuo auge de un cultivo que en Asturias ronda las 200 hectáreas. Para continuar con esta implantación, el Serida ha comenzado un estudio para analizar la adaptación de las distintas variedades en Asturias.

Desde la región, además del fruto se pretende exportar conocimiento. Arándanos el Cierrón cuenta con un vivero de plantas y un servicio de asesoramiento para llevar este producto por el mundo. En la actualidad, se dirigen desde Asturias varios proyectos en China para la puesta en marcha de diferentes plantaciones de arándanos, y han comenzado los primeros contactos en países como Azerbaiyán, Kazajistán y Armenia.