Los mercados se convierten en el mejor aliado para presentar los productos de cercanía o kilómetro cero
Hay productos que recorren miles de kilómetros antes de llegar a la cesta de la compra del consumidor. Hay otros que apenas tienen rodaje antes de completar el último eslabón de la cadena, ésa que cierra el consumidor. Son los llamados productos de cercanía o kilómetro cero. Y, si en algún lugar son los protagonistas, es en los mercados. Y Asturias cuenta en esto con una importante tradición. Rara es la localidad sin una plaza de abastos a la que ir a comprar esa lechuga arrancada a pocos kilómetros. Un mercado también configura la personalidad del espacio que le rodea y, claro, de la gente que lo visita.
En época de pandemia existe la sensación de que los mercados locales se han puesto de moda (todavía más), al igual que el consumo de ese producto de kilómetro cero. Una vuelta por el mercado de El Fontán, por la plaza Hermanos Orbón de Avilés o por el Mercado del Sur de Gijón permite darse cuenta de la buena salud de la que gozan estos establecimientos.
Los mercados son el mejor escaparate para los productos de cercanía. Y en Asturias lo que está cerca son esos Alimentos del Paraíso que, en muchas ocasiones, tienen en estas plazas de abastos el final de un corto recorrido en las que productor y consumidor se reúnen.
Pero ¿cuál es el perfil de cliente de este tipo de mercados? Quizá muchos piensen en un consumidor de cierta edad que busca y valora la calidad y frescura de los alimentos que se venden en los puestos. Es cierto que ese consumidor existe. Pero no es el único. Hay otro perfil de consumidor más joven, «de unos 40 años que aprecia la calidad y la confianza que le da el vendedor, que busca un trato más personalizado», explica Hugo Martínez, gerente de La Plaza, el mercado de Avilés de la plaza Hermanos Orbón.
De la misma opinión es Carmen Quirós, gerente de El Fontán, que incide en un cambio de tendencia. «Cada vez va más gente joven al mercado, gente a la que le gusta cuidarse, que está preocupada por su salud y por lo que come y, sobre todo desde la pandemia, gente que quiere ayudar y apoyar al comercio local».
Nuevos canales de venta
La pandemia también ha modificado la forma de comprar. Se mantiene la venta directa, pero también se han ido incorporando otras fórmulas y canales. Sin perder el carácter tradicional y su arraigo, los mercados han ido adaptándose a nuevos medios y acercándose a la tecnología. «Ese cambio de tendencia va asociado también a otros canales de venta como el servicio a domicilio o la venta on-line», señala Carmen Quirós, que añade que «el producto bueno y de calidad ya lo teníamos y lo que hemos hecho es adaptar las fórmulas de venta».
El mercado de siempre, el que hace de las ciudades lo que siempre han sido, goza de buena salud. El mejor escaparate para los Alimentos del Paraíso luce brillante.