“El balance de la vendimia es positivo, el mejor año de los últimos cinco”
El viticultor asegura que se han cumplido los objetivos marcados a pesar de la pandemia
Octubre es sinónimo de vendimia, de fiesta, de tradición. Y aquí Cangas del Narcea tiene mucho que decir. Detrás de cada vendimia hay, sobre todo, trabajo y esfuerzo. El que imprimen durante los días de recogida de uva los jornaleros. Y más cuando se trata de los viñedos de Cangas, que están sobre un terreno con importantes inclinaciones. Por eso se denomina viticultura heroica. José María Martínez es el presidente de la Denominación de Origen Protegida Vino de Cangas. Con el final de la vendimia llega la hora de hacer balance, que no duda en calificar de “muy positivo”.
– ¿Qué balance hace de la vendimia?
A pesar de ser un año diferente y raro debido a la pandemia, el balance es muy positivo tanto en cantidad como en calidad de uva recogida. Al final, se han vendimiado 115.000 kilos de uva, lo que supone un aumento de un 30% con respecto al año anterior y el doble que en 2018. Si esos kilos los traducimos en litros, podemos estar hablando de más de 110.000 litros. Con los datos en la mano podemos certificar que este es el mejor año de los últimos cinco.
– Entonces, ¿se han cumplido los objetivos?
Sí, se ha incrementado la cantidad y la calidad y nuestro objetivo era llegar a los 100.000 kilos. El balance es positivo y más después de la crisis sanitaria. Lo cierto es que desde la DOP estamos muy contentos y me consta que los viticultores también.
– ¿Cómo ha afectado el coronavirus a la campaña y a la época de la vendimia?
Al ser sector primario, nosotros podíamos ir a trabajar a los viñedos todos los días y en ese aspecto no tuvimos ningún problema. De cara a la vendimia, sí es cierto que fue más lenta, se ralentizó debido a los protocolos que seguimos, pero lo importante es que se hizo con total seguridad.
– Además de presidente de la DOP, usted es viticultor.
Sí, soy la tercera generación de viticultores de la familia. Tengo tres hectáreas y media. Para mí la vendimia es algo diferente, es un día de fiesta. Me acuerdo de cuando vendimiaba con mis abuelos. Lo vivo como un día de reunión, de amigos, de fiesta, de tradición. La vendimia en Cangas del Narcea es diferente a otros lugares, aquí no hay nada mecanizado, todo es manual y eso le imprime otro carácter.
– ¿Cuántas veces mira al cielo un viticultor?
Muchas, todos los días. Este año tuvimos problemas en los meses de abril y mayo debido a la climatología. Vinieron lluviosos y con temperaturas altas lo que provocó humedad e hizo que salieran hongos. Además, también hubo algunas heladas. Lo superamos, fuimos sorteando los inconvenientes y al final salió todo bien. Como viticultor tenemos un doble riesgo: por un lado la climatología y por otro, el propio de ser un negocio.
– ¿Y ahora qué? ¿Los viñedos descansan?
Ahora hay que trabajar el suelo. Tenemos que hacer algún tratamiento fitosanitario para que las viñas queden lo más saneadas posibles para la próxima campaña. Tenemos que preparar el suelo, que oxigene y, a partir del 10 de diciembre, podar para acabar en marzo y que comience de nuevo el ciclo.
– Si hablamos de la DOP, ¿cuántas bodegas están adscritas?
Ahora hay siete y la previsión es que sigan aumentando. También se ha incrementado en cuanto a superficie de viñedos y eso es algo muy positivo, que se vayan sumando más viticultores.
– La calidad sigue siendo el objetivo, ¿verdad?
Sí, la DOP apuesta por la misma línea de trabajo que se basa en producir y certificar vino de alta calidad, que es algo que nos distingue en el mercado del vino.
-Recientemente se ha celebrado la primera edición de Vinos Atlánticos, ¿qué balance hace?
Sí, con las limitaciones por el coronavirus, pero estamos muy contentos. Se dieron cita más de 120 vinos nacionales e internacionales. El nivel de participación ha sido muy bueno, así como también el nivel de calidad y la cata con un jurado con estrellas Michelín. Además, la DOP Vino de Cangas logró una medalla de Oro con un vino de Antón Chicote y un segundo puesto con otro de la bodega Monasterio de Corias. Eso quiere decir que el vino de Cangas gusta y está valorado. La idea es darle continuidad al certamen, que sirva como punto de encuentro a nivel internacional además de servir de plataforma para promocionar nuestros vinos.
– ¿Se siente valorado el vino de Cangas?
Como dice el refrán nadie es profeta en su tierra, pero al tener reconocimientos tanto nacionales como internacionales hacen que la gente de Asturias lo valore más y también reconozca su calidad. Por ejemplo, otro vino de Antón Chicote logró un premio en Portugal y otro del Monasterio se llevó un galardón en Italia. Eso quiere decir que se están haciendo bien las cosas.
-¿El vino de Cangas es diferente?
Sí, sin duda. Lo hace diferente y singular las variedades propias de uva, además del suelo, el clima, que hacen que dé lugar a un vino de alta calidad, exclusivo y certificado.
– ¿Qué actividades organiza la DOP Vino de Cangas?
Este año, debido a la pandemia, hemos tenido que reducir la agenda, pero en febrero acudimos al Salón Internacional del Vino de Barcelona y por primera vez en la historia con el reparto del bollo en San Mateo en Oviedo se dio vino de Cangas.
– ¿ Y para el 2021?
En la medida de lo posible, mantener lo de este año y, si se puede, seguir creciendo.